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7/11/07

Estructura galáctica y la estructura de las galaxias


Lejos atrás quedaron los días en que uno tomaba esa esfera sólida de bonitos colores y con curiosos mapas y simbolismos que representaban la geografía terrestre; en aquellos tiempos se llamaba globo terráqueo; ahora se llama: Google Earth. Este reemplazo informático de Google para la versión terrenal, ha permitido que vagos pobres como su servidor visiten lugares de la Tierra que antes sólo podía soñar. Se siente uno todo un Marco Polo en la búsqueda de los nuevos horizontes. Baste teclear el nombre del lugar para llegar a él en un salto más rápido que el avión y, si la ignorancia llega a tal grado y ni el nombre de lugares del mundo se conoce, baste recorrer el globo digital al arrastre y clic del ratón. Qué tiempos aquellos en los que parecía tener uno el mundo en sus manos. Ahora tenemos el mundo en un clic. En la última versión de este programa terráqueo, cualquier ejemplar del homo sapiens puede ir aún más allá de las fronteras de esta Tierra y adentrarse nada más y nada menos que ¡hacia los mismísimos confines del universo conocido! ¡Valiera más! Y lo mejor de todo es que el programa es totalmente gratuito. Como me gusta. La nueva modalidad Sky de Google Earth, abandona lo terrenal para sumergirse en lo celeste. Para beneplácito de la moderna vida banal y mundana del homínido más evolucionado de nuestros tiempos, puede uno abandonar la cotidianeidad habitual para visitar las más asombrosas estrellas, nebulosas, sistemas múltiples, cúmulos estelares, galaxias y demás bichos raros que pululan en la negra noche; justo arriba de nuestras cabezas. Allí merito.

A propósito de lo celestial --en lo astronómico, que no religioso--, pocos son los afortunados y privilegiados en este mundo que tienen la oportunidad de conocer de primera mano los avances en esta apasionante ciencia. Y ¡quién se iba a imaginar! a la, hasta hace no muchos años, marginada y bicicletera Ensenada, la provincia de la provincia, el suburbio del suburbio, convertida ahora en nada menos que cuna de la investigación científica en el increíble campo de la astrofísica. Porque así es --como lo oyen-- estimados lectores: Ensenada ahora alberga a internacionalmente reconocidos astrónomos, teóricos y observacionales (para que luego no digan); de aquellos que de día pasean entre los hombres y de noche entre los astros. No es para menos; pues, teniendo en casa al Observatorio Astronómico Nacional en la Sierra de San Pedro Mártir, el mejor lugar para realizar observación astronómica en el hemisferio norte de este planeta (junto con Mauna Kea en Hawaii), somos privilegiados de poder, como dijo Newton, "pararnos en los hombros de gigantes"; en este caso, de un compañero orográfico del Pico de la Encantada o Picacho del Diablo. Desafortunadamente, todavía nos hace falta aprovechar mejor estos regalos "que dios nos dio" a los ensenadenses, y meterle más y mejores instrumentos y telescopios para potenciar esta maravilla de sitio que tenemos al Sureste de nuestro bello puerto. Esto sí que no lo pone dios. Por su parte los astrónomos locales están haciendo lo suyo por aumentar su vinculación, proyección y colaboración con los mejores exponentes de la astronomía mundial; al grado que en marzo del siguiente año realizarán un cogreso internacional de no poca trascendencia. Si yo fuera fan de la música pop, diría que algunos de los asistentes a este congreso son equivalentes a la visita de Britney Spears a Ensenada; si fuera cristiano diría que están por reencarnar a San Pablo, el mismo que escribió un evangelio (sic); qué bueno que no soy ni uno ni otro. "Estructura galáctica y la estructura de las galaxias" lleva por título tal evento; y me sirve también para titular este post.